Ya dije que traería las cosas bonitas que encontrara por ahí...
Pues bien, aquí os dejo el artículo de opinión de José Luis Cano Palomino
(para IDEAL. 21/04/2012)
Lo publico porque consigue aunar varios objetivos:
Informa.
Denuncia.
Genera opinión y, sobre todo, nos ofrece una conclusión final que, al menos yo, esperaba y necesitaba.
Leed el artículo y después, oíd la canción que, sin bien ya la tengo por algún rinconcito del blog, faltaba en la voz de Yves Montand...
El tiempo de las cerezas
Ayer, el Consejo de Ministros acordaba castigar a las personas enfermas que menos dinero tienen y ponerle más dificultades a los hijos de los obreros para emprender estudios universitarios. La excusa del Presidente del Gobierno (“no hay dinero para atender los servicios públicos”) es torticera y falsa. El Gobierno del Reino de España asume un enorme, peligroso e innecesario gasto militar por mantener tropas españolas en Afganistán y Líbano y tiene dinero para ello. Además, los gastos militares son los que menos se han visto reducidos en relación con todos los demás ministerios.
La mayoría social de España se compone de personas que sólo pueden vivir de su trabajo y de personas que viven de su pensión. Es suicida que el PP se enfrente a esa mayoría social adoptando medidas tan injustas e impopulares tan sólo unas semanas después de haber dado el gran tijeretazo a los presupuestos generales del Estado y que, además, piense que va a conseguir enmascararlas asaltando la televisión pública.
Los diez mil millones extra que recorta en Sanidad y Educación penalizan la enfermedad y rompen la igualdad de oportunidades educativas en un país como España, que gasta menos de la media europea en ambos capítulos. Mariano Rajoy no ha querido evitar este recorte extra aunque sabe perfectamente de dónde conseguir ese dinero. Nos recorta todavía más servicios para no suprimir la bajada de impuestos a las empresas que facturan más de 150 millones de euros al año, para no recuperar el impuesto del patrimonio y para no meterle mano al fraude fiscal de los magnates, de la banca y de las grandes empresas.
El desempleo sigue subiendo, más de dos millones de personas paradas no reciben ninguna prestación ni subsidio y la indignación popular crece por días. Cada vez está más claro que el Gobierno no quiere subirle los impuestos a los ricos y por eso nos hace pagar más a la gente normal y corriente. Ha acertado el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, al decir que “No es verdad, sí hay recursos, lo que hay es mucha cara y un Gobierno que no se atreve a enfrentarse a los problemas de manera seria”.
No sólo en Andalucía, en toda Europa se están produciendo señales de rechazo a la austeridad impuesta por el eje franco-alemán a través de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo. El pueblo francés, en las elecciones presidenciales de mañana, no sólo va a castigar a Sarkozy (que les ha podrido la vida a los franceses) sino que va a quebrar el eje ‘Merkozy”, el corazón de la austeridad que está estrangulando a los pueblos de nuestro viejo continente. Y esa será la base, el punto de apoyo para la palanca de la movilización social y política, para liberarnos de los grilletes de un capitalismo salvaje impulsor de retrocesos, calamidades y miserias en todos los países que se han sometido a sus órdenes.
Falta poco para que llegue la recolección de la cereza en los campos de nuestra provincia y el jueves pasado tuve una enorme alegría al escuchar que en un mitin del “Front de Gauche” se evocaba “Le temps des cerices”, una vieja canción francesa que data del episodio de la Comuna de París (1871), época de luchas, de sueños y de esperanzas. Se trata de una canción que forma parte de la cultura popular francesa y que, con vocación internacionalista, ha sido interpretada por numerosos cantantes de diversos países. Hoy vuelve a recordárnosla Jean-Luc Mélenchon, candidato del “Frente de Izquierda”, que no para de subir en todas las encuestas, que galvaniza un enorme grado de entusiasmo y que pone de manifiesto el fin de la triste época de la pasividad social, y el nacimiento de un tiempo nuevo caracterizado por el incremento de la combatividad y la defensa cerrada de las conquistas sociales.
Francia, que no en vano hizo una revolución que inauguró la historia contemporánea, va a impulsar un giro a la izquierda, una renovada apuesta por el relanzamiento económico, por un nuevo modelo productivo respetuoso con el medioambiente y por la recuperación del protagonismo de la política, la movilización social y los poderes públicos. Y ese giro a la izquierda renovará y salvará nuestra idea de las instituciones europeas. La primavera empezó siendo árabe pero su transparencia y frescura está llegando a la vieja Europa como una brisa perfumada.
José Luis Cano Palomino
Se puede añadir poquito más, quizás un:
Precioso...
O, un ojalá...
O tal vez, amén...
Queralt.